Noticias, tecnología, farándula. Éstas son las temáticas en las que se centran los blogs más visitados del mundo. Pero hay uno, que ocupando el puesto diez del ranking, escapa a todo convencionalismo: Boing Boing. A diferencia de la mayoría, su nombre no es descriptivo a primera vista, pero no por esto carece de significado. Boing es una onomatopeya utilizada para representar el sonido de un objeto al rebotar. Es sin duda cómico y despierta cierta curiosidad al no explicitar su contenido. Es entonces que da a la talla con lo que en realidad es.
Boing Boing se distingue por publicar artículos y noticias curiosas particularmente extrañas. Así, las primeras notas se titulan –traducido al español-: “Fotos de jets privados de dictadores africanos”, “Mi hijo acaba de encontrar una moneda de 1856 que estaba atorada en un mueble, o bien, “Mujer sospechosa de haber tirado un gato en un basurero está bajo protección policial”.
Mientras del lado izquierdo de la página se despliegan las notas, a la derecha se encuentra la publicidad y notas escritas por otras personas. Además se ofrece la posibilidad de seguir la página a través de Twitter o Facebook, o suscribirse a partir de un RSS, email o telegrama.
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Dado el fondo blanco, las letras negras y la falta de gráficos, se puede decir que Boing Boing no se caracteriza por llamar la atención a partir de su diseño. Pero esto no es necesario; las fotos hablan por sí mismas y el contenido de sus artículos es suficiente para captar el ojo de cualquier navegante.
Agustina Peña
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